El nombre de Huelva y el de La Rábida estarán presentes en la Cumbre del Clima (COP24), que ha comenzado esta semana en Katowice (Polonia) con la misión de encontrar las fórmulas para implementar el Acuerdo de París de 2015 y frenar el calentamiento global recortando de forma drástica las emisiones contaminantes. La cita, que se prolongará hasta el 14 de diciembre, reúne a 30.000 delegados de 197 países y en el marco de la misma será presentado el primer informe del Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de La Rábida (Huelva).

La presentación tendrá lugar dentro del marco del encuentro de la Red Iberoamericana del Cambio Climático, RIOCC, el martes 11 de diciembre en el Pabellón de la Unión Europea, dentro de la sesión que analizará los 15 años de trabajo que lleva esta red implementando acciones para combatir el cambio climático en los países de la región ibeoramericana.

El Observatorio Huelva-La Rábida se suma así a la lucha común de la comunidad internacional por impulsar un cambio cultural en las formas de producir y consumir de nuestras sociedades para promover el cambio en los modelos de desarrollo. El informe expone la situación en Iberoamérica con un análisis las dimensiones económica, social y ambiental al tiempo que conecta con los objetivos de la Agenda 2030. Gira en torno a ocho áreas temáticas: vulnerabilidad, desarrollo de políticas de bajo en carbono, energía, transporte, bosques y agricultura, agua, residuos y economía circular, y sensibilización ciudadana.

Según todos los expertos, esta es la COP más relevante desde la de París, donde 194 países firmaron un acuerdo en 2015, para frenar la subida de las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura media del planeta sea superior en 2 grados centígrados con respecto de los niveles preindustriales (1880-1899) así como limitar el incremento preferiblemente en los 1,5 grados, como pide la comunidad internacional.

Previamente, el Informe Huelva-La Rábida se dio a conocer el pasado día 29 de noviembre en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), que es desde hace 25 años el encuentro bianual más importante de desarrollo sostenible en España, contando siempre con una fuerte presencia latinoamericana.

Más de 7.000 participantes y una red de más de 450 instituciones colaboradoras, entre las que hay empresas, administraciones, universidades, centros tecnológicos y entidades del tercer sector, participaron en esta cita imprescindible para la creación de redes de colaboración entre actores diversos que trabajan por el desarrollo sostenible en España e Iberoamérica.

La edición de este año ha tenido como lema Rumbo 20.30, con el objetivo de lanzar un mensaje a toda la sociedad para acelerar la transición ecológica e impulsar la Agenda 2030.

El Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de La Rábida - Huelva se presentó en el EIMA el jueves 29 de noviembre dentro de la sesión sobre Ciudades resilientes ante la incertidumbre climática, donde acudieron representantes de Bolivia, Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, México, Perú, República Dominicana y Uruguay.

“Las ciudades iberoamericanas tienen un enorme potencial de innovación a la hora de plantear soluciones de economía circular y ante el cambio climático”, destacó la onubense experta en políticas públicas de cooperación para el desarrollo y cambio climático, Rosa Castizo, que presentó el mencionado informe. Asimismo apuntó al Observatorio Iberoamericano de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de La Rábida - Huelva, como “un actor esencial para conectar los distintos sectores involucrados en estos retos y articular las soluciones necesarias que nos plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS).

En el Informe sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible en Iberoamérica presentado en XXVI Cumbre Iberoamericana celebrada en La Antigua (Guatemala) recientemente, se menciona los retos a los que se enfrentan las ciudades iberoamericanas los próximos años, en términos de incremento de demanda de agua, energía, transporte y consumo