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La transformación de los sistemas alimentarios y las soluciones basadas en la naturaleza son urgentes para la acción climática

En el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes/as de Estado y de Gobierno, hemos presentado nuestro tercer informe “Sistemas Alimentarios y Cambio Climático en Iberoamérica”

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La producción de alimentos es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, pero a la vez es responsable del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas alimentarios en la región, concluye el informe “Sistemas Alimentarios y Cambio Climático en Iberoamérica”, realizado por el Observatorio La Rábida de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático gracias al apoyo de la Diputación de Huelva, y el acompañamiento de SEGIB, PNUMA y FAO.

DESCARGA EL INFORME AQUÍ - Informe del Observatorio La Rábida 2023 Completo

DESCARGA EL RESUMEN EJECUTIVO - https://bit.ly/ResumenLaRabida2023

VIDEO RESUMEN DEL INFORME - https://youtu.be/qDSLauY_lZs

La doble vinculación entre la emergencia climática y los sistemas alimentarios es el objeto de estudio de este informe. Por una parte, se analiza el impacto medioambiental y la forma en que se producen y extraen los recursos naturales, y por otra, la distribución y consumo alimentario en Iberoamérica, en un momento en que el hambre y la malnutrición alcanzan cifras récord en la región. Por la emergencia de ambas realidades, el estudio destaca la urgencia de una transición hacia nuevos sistemas alimentarios para frenar el cambio climático y garantizar la disponibilidad de alimentos suficientes y saludables para toda la población.
La producción de alimentos seguirá siendo especialmente vulnerable al cambio climático, aunque 2/3 partes de las emisiones en Iberoamérica están vinculadas a estos sistemas alimentarios.

Es urgente que los 22 países refuercen las acciones que sean capaces de transformarlos, ya que un 40% de la población no tiene acceso a una dieta sostenible y saludable, especialmente las mujeres y las niñas. Las cifras de obesidad y de desnutrición cada vez se acercan más, sobre todo en la infancia.

El tercer Informe que hemos publicado como #ObservatorioLaRábida profundiza en el vínculo entre sistemas alimentarios y cambio climático, mencionando algunas de las respuestas que ya están funcionando en la región, y apuntando recomendaciones con base en los últimos estudios de FAO, PNUMA, CEPAL y del IPCC.

El Informe ha sido presentado en el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes/as de Estado y de Gobierno, con ocasión del día del agua, contando con la intervención de representantes de las cuatro instituciones impulsoras.

Las principales conclusiones del informe fueron presentadas por Marlén Sánchez, punto focal para Caribe y finanzas climáticas del Observatorio La Rábida, que conoce de primera mano las consecuencias del cambio climático sobre los sistemas alimentarios de la región. De esta forma, reduciendo nuestra presencia física en el evento, hemos conseguido evitar más de mil kilogramos de CO2 equivalente.

Gracias a #DiputaciondeHuelva por hacer posible este informe. Gracias a #SEGIB, #PNUMA y #FAO por el acompañamiento a lo largo de estos meses. Gracias a las instituciones impulsoras de este Observatorio La Rábida por vuestra asistencia a la presentación. Continuaremos a lo largo de este 2023 impulsando las transformaciones que mencionamos en el Informe, y en las cuales América Latina tiene el mayor potencial a escala global.
 
NOTA DE PRENSA SEGIB SOBRE LA PRESENTACIÓN DEL INFORME
https://www.segib.org/sistemas-alimentarios-y-soluciones-basadas-en-la-naturaleza-para-mitigar-el-cambio-climatico/
 
ARTÍCULO EN REVISTA MEDIUM "DESARROLLO SOSTENIBLE Y CAMBIO CLIMÁTICO EN IBEROAMÉRICA"
III Informe La Rábida en Medium
 
 

En toda Iberoamérica se espera que los efectos del cambio climático provoquen incrementos de las temperaturas y mayores sequías. Se estima que por efecto de la variabilidad climática, la productividad agrícola en Iberoamérica pueden reducirse entre un 2,3 % y un 10,7 % durante el periodo 2013–2040, cambiando las temporadas agrícolas y alterando los patrones comerciales. Los patrones de producción pesquera y ganadera también pueden verse afectados gravemente.

La producción de alimentos es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático.

Pero a la misma vez, en Iberoamérica contamos con la “triple carga de la malnutrición”: obesidad y sobrepeso, desnutrición, y falta de micronutrientes, que menciona FAO. Casi 60 millones de personas en América Latina y el Caribe pasan hambre, siendo el número más alto de las últimas dos décadas. Entre el 2019 y el 2021, la cantidad de personas con hambre en toda América Latina y el Caribe aumentó en 13,2 millones, alcanzando un total de 56,5 millones, debido al impacto económico del Covid-19. El 40% de iberoamericanos padecen hambre, 37 millones son mujeres o niñas.

En 2020, en América Latina y el Caribe, el 11,3 % de los niños y niñas menores de 5 años padecían desnutrición crónica, y el 7,5 % sobrepeso (FAO 2022). La cifra de sobrepeso para niños y niñas de entre 7 a 9 años se eleva a 39 % en España y 30 % en Portugal (COSI 2022).

El hambre y la obesidad en Iberoamérica alertan sobre algunas transformaciones necesarias.

Todo ello ocurre en un entorno de recursos finitos, en el cual los cambios en el uso de la tierra para la producción de alimentos han tenido repercusiones directas en los ecosistemas terrestres y de agua dulce, así como en los ecosistemas marinos. Se ha modificado el uso del suelo y se ha transformado el paisaje del 72 % del bosque seco tropical en Mesoamérica, del 88 % del bosque tropical atlántico y del 17 % del bosque amazónico.

El uso y cambio de uso del suelo provoca el 38% de las emisiones de los sistemas alimentarios en Iberoamérica. Los sistemas alimentarios son la causa más directa de pérdida de biodiversidad y de contaminación del agua.

Alrededor del 80 % de la contaminación vertida en mares y océanos proviene de actividades realizadas en tierra, especialmente por el uso de agroquímicos y fertilizantes. La interconexión actual entre cambio climático, pérdida de biodiversidad, contaminación, y consumo de recursos naturales, puede poner en grave riesgo nuestras formas de vida y la disponibilidad de alimentos saludables.

Iberoamérica alberga las regiones con mayor potencial para reducir emisiones con base en la transformación de los sistemas alimentarios y a todo tipo de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN). La agricultura regenerativa, la silvicultura, la agricultura climáticamente inteligente, los paisajes bioalimentarios, el pastoreo inteligente para el clima, la restauración del paisaje o los sistemas agroforestales pueden llegar a capturar más de 3 GtCO2e los próximos años.

En vista de que el 80 % de la mitigación necesaria para 2030 está estrechamente vinculada a los sistemas alimentarios, parece que no existe un camino viable para alcanzar el compromiso del acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C (CI 2022). No puede limitarse el calentamiento global sin transformar los sistemas alimentarios.

América Latina es la región del mundo con mayor potencial para mitigar el cambio climático a través de los sistemas alimentarios. Solo América Latina y el Caribe cuenta con más de 400 millones de hectáreas degradadas, adecuadas para la regeneración a gran escala, que no compiten con la agricultura o la producción de alimentos. Las soluciones basadas en la naturaleza que pueden implementarse en esta tierra tiene el potencial de capturar CO2, generar empleos y estimular una nueva economía regenerativa. En este tipo de soluciones han estado enfocadas muchas de las respuestas y buenas prácticas llevadas a cabo por los países iberoamericanos, que son desarrolladas a lo largo del tercer capítulo del III Informe La Rábida.

Para garantizar la seguridad alimentaria y ecosistemas sanos, es fundamental invertir en soluciones basadas en la naturaleza.

Transformar los sistemas alimentarios es una oportunidad de bienestar para Iberoamérica, su población y sus ecosistemas